martes, 21 de agosto de 2012

Cómo mejorar la educación balear



La consultora Mckinsey&Company cree que el sistema educativo de las islas podría igualarse al de Reino Unido mejorando la carrera docente y el sistema de evaluación


Alumnos de un colegio de la isla usando la pizarra digital en clase.
Alumnos de un colegio de la isla usando la pizarra digital en clase.  m. massuti
MAR FERRAGUT. PALMA Quizás nunca lleguemos a ser Finlandia, esa fría tierra que obtiene los mejores resultados educativos del continente, pero podríamos ser Reino Unido. El sistema educativo británico no brilla tanto como el nórdico, pero ya registra mejores niveles que Balears (que no es difícil, ya que el archipiélago queda siempre en los últimos puestos en la mayoría de indicadores). Aunque algunos ya tiren la toalla, los resultados de las islas pueden mejorar. La consultora Mckinsey&Company cree que hay "motivos para la esperanza".
Ése el título elegido por esta multinacional para su informe sobre la educación en España, en el que se han detenido en las diferencias autonómicas. Esta empresa cree que hay esperanza de cambio para nuestra educación porque en seis años han visto cómo mejoraban otros países, como México, Turquía, Hungría o Japón.
En primer lugar, nos dejan claro dónde estamos: abajo, muy abajo. Según los últimos datos disponibles de PISA, en competencia lectora Balears se queda en los 457 puntos, sólo por delante de Canarias, Ceuta y Melilla y muy lejos del promedio español del 481 y del resto de países participantes, que arrojan una medida de 493. Mckinsey&Company cree que en esta competencia las islas podrían subir en 38 puntos, hasta los 495, y ponernos al nivel de Reino Unido, que ocupa el puesto 25 en una lista de 67 países participantes. España podría llegar a los 520 puntos, un nivel "entre bueno y muy bueno", a la altura de Canadá y Japón. Y todo en un máximo de 6 años.
Sin invertir más
¿Es realista plantearse mejoras en una época de recortes presupuestarios? El informe hecho público este año no toca el tema de los ajustes, pero sí habla de la inversión necesaria. Se recoge que "a partir de un nivel mínimo de inversión que España ha superado ya", un mayor dispendio en educación "no supone mejor rendimiento".
Siempre hay voces que apuntan al deterioro del PIB como causa del fracaso escolar. Otros señalan al incremento de alumnado inmigrante en las aulas. Mckinsey&Company pone las cosas en su sitio y lo hace con números: "Apenas el 16% del rendimiento académico está condicionado por estos factores". El 84% restante depende de otros factores: algunos en los que España no tiene desventaja, como estabilidad y calidad del tejido familiar o nivel de formación del cuerpo docente; y otros factores en los que sí es posible actuar, como "la calidad de los procesos educativos en los centros".
Claves para mejorar
¿Cómo puede llegar Balears a ser como Reino Unido si el archipiélago está en un nivel "de pobre a aceptable", por debajo de países como Turquía? La primera recomendación es "mejorar lo básico": "Motivar y guiar a los profesores poco cualificados"; "mejorar todos lo colegios hasta un mínimo" y "atraer a los estudiantes".
A nivel nacional, fija tres grandes áreas de actuación: transparencia en las evaluaciones del rendimiento; profesionalizar la docencia y dar autonomía a los centros.
En primer lugar, el informe cree que en nuestro país siempre se nos ha resistido el "medir y compartir con transparencia el progreso del rendimiento de sus estudiantes". No faltan datos ni muestreos (en las islas, además de PISA, se hacen evaluaciones de diagnóstico en 4º de Primaria y en 3º y 4º de ESO), "pero no se les saca demasiado partido", reza el documento: "Son datos heterogéneos, de baja periodicidad y difícilmente accesibles". Con todo, no sirven para tomar decisiones objetivas. Serían eficaces si se utilizasen para reasignar presupuesto para los centros con menor rendimiento.
Otra propuesta es profesionalizar la docencia: "Asegurar que tanto la docencia como la dirección de los centros sean profesiones bien consideradas, con planes de carrera atractivos y tan claramente definidos como en medicina o derecho". Todo un reto en estos momentos en los que muchos profesores sienten que han perdido la valoración por parte de la sociedad. Los autores del informe creen que hay que mejorar el acceso a la profesión docente "y lograr que sean los mejores estudiantes los que se conviertan en profesores". Para ello, lo primero es mejorar la percepción que se tiene de la profesión docente. En Reino Unido (nuestra meta), hace diez años la docencia era la 92ª carrera más popular; tras una campaña del gobierno, en 2005 magisterio era la profesión más popular.
Sobre el profesorado, consideran suficiente el número de horas de formación que reciben, pero es necesario que sea "eminentemente práctica, enfocada a las aulas y basada en los datos". Una vez ya tengamos los profesores titulados, los autores creen importante desarrollar un "plan de carrera docente" a base de incentivos y fomentar el liderazgo.
Los autores no se olvidan de mencionar como imprescindible la cacareada autonomía de centro, a la que todos los consellers aluden aunque pocos tomen medidas efectivas para avanzar en esta dirección.
Los políticos tienen que encargarse de varias acciones más globales, como la redacción de un plan que sintetice todas estas medidas y funcione como hoja de ruta durante 6 años. Por ello, se hace necesario en primer lugar firmar de una vez por todas un pacto por la educación o como dicen los autores "llegar a un acuerdo sobre la aspiración de la educación". En Balears, este pacto está en un momento comatoso, al haberse plantado los partidos de la oposición a raíz de los ajustes en el sector. Si esta consultora tiene razón y está es la medida imprescindible para mejorar, mal vamos.

Diario de Mallorca